La televisión está prendida. Mientras termino de bañarme escucho a lo lejos la nota que presentan en el noticiario sobre una exposición fotográfica de gastronomía. El entrevistado afirma: "sabe mejor cuando conocemos lo que estamos comiendo". El rostro se me ilumina porque yo, que siempre estoy pensando en lo mío, entendiendo que esa máxima aplica a la gran mayoría de las acciones humanas, disfrutamos algo en otro nivel si tenemos un conocimiento previo de eso que estamos consumiendo. Y sé que eso aplica incluso al quehacer televisivo y/o audiovisual.
Es por ello que tras dos años de decir que lo hacía, que por fin, que ya merito, que ahora sí estoy en eso, que espérenme tantito, por fin puedo anunciarles con mucha felicidad que en diciembre estará disponible en Amazon mi primer ebook, un manual para entender los formatos audiovisuales del siglo XXI. No se trata de un manual para aprender a hacer, sino para aprender a conocer lo que consumimos diario, en todo momento, hoy más que nunca por todas las vías, en todos lugares donde llegue la conexión a internet o haya un aparato televisivo encendido. Estoy firmemente convencida que si conocemos lo que vemos lo disfrutamos mejor, y conocerlo implica conocer el proceso pero también -y sobre todo- el formato. Tanto de televisión como de Youtube y otras redes sociales. Tanto si únicamente somos consumidores como si nos animamos a crear nuestros propios contenidos.
Estas dudas y más se despejan en este manual, que además pretende ser un cuaderno de ejercicios ya que tras la descripción de las características de cada formato se anexan vínculos para que se pueda comprender mejor lo explicado, invitando al lector a que pueda reconocer sus propios ejemplos a partir de sus consumos, de su experiencia audiovisual de hoy pero también del ayer.
El aporte, además, consiste en abrir al lector a la oportunidad de entender que los formatos en sí mismos no son ni buenos ni malos. Es como la comida: se puede hacer la sopa más saludable o más chatarra pero a pesar del modo de cocción o de los ingredientes usados se pretendió hacer una sopa, no una crema o un consomé. Así, un serie antológica puede generar todas las polémicas posibles (como La Rosa de Guadalupe) o recibir todos los reconocimientos y admiraciones (como Black Mirror) pero en cuanto a las formas estamos hablando de lo mismo. Tampoco es como que están escritas en piedra, y de eso también va este texto: vivimos en tiempos de la hipertelevisión, y más que nunca estas formas son variantes, se hibridan, se prestan características, incluso hasta nos confunden. Es por ello que, como lo afirmó el entrevistado de la exposición gastronómica, mientras mejor conocemos lo que consumimos más rico nos sabe. O no. Pero el chiste es conocer lo que consumimos para formarnos un mejor criterio y así, ser capaces de compartirlo. O no.
No necesitamos ser estudiosos de los medios de comunicación para interesarnos por algo que está a nuestro alcance desde que despertamos por la mañana, ya sea por prender la televisión o por ver las noticias desde un dispositivo. Memes, declaraciones, videos virales, críticas de películas, recetas de cocina. Estamos inmersos en una cultura de lo visual, y hoy más que nunca de lo audiovisual, y es necesario tener herramientas para comprender mejor nuestra realidad. Por eso en diciembre estará disponible el ebook Formatos Audiovisuales del Siglo XXI: televisión e internet, y desde esta liga puedes descargar GRATIS la primera parte, para que te vayas familiarizando con lo que vendrá después. ¿Estás listo? ¡Da click aquí!
Es por ello que tras dos años de decir que lo hacía, que por fin, que ya merito, que ahora sí estoy en eso, que espérenme tantito, por fin puedo anunciarles con mucha felicidad que en diciembre estará disponible en Amazon mi primer ebook, un manual para entender los formatos audiovisuales del siglo XXI. No se trata de un manual para aprender a hacer, sino para aprender a conocer lo que consumimos diario, en todo momento, hoy más que nunca por todas las vías, en todos lugares donde llegue la conexión a internet o haya un aparato televisivo encendido. Estoy firmemente convencida que si conocemos lo que vemos lo disfrutamos mejor, y conocerlo implica conocer el proceso pero también -y sobre todo- el formato. Tanto de televisión como de Youtube y otras redes sociales. Tanto si únicamente somos consumidores como si nos animamos a crear nuestros propios contenidos.
¿Qué es lo que vemos? ¿Por qué no es lo mismo una telenovela y una serie? ¿Qué un reality no es aquello que trata de realidad, aunque sea de concursos, de vida cotidiana o de retos para bajar de peso? ¿Todo lo que vemos en Youtube realmente se llama videoblog? ¿Los tutoriales son lo mismo que las reseñas? ¿Un flashmob es igual a un lipdub?
Estas dudas y más se despejan en este manual, que además pretende ser un cuaderno de ejercicios ya que tras la descripción de las características de cada formato se anexan vínculos para que se pueda comprender mejor lo explicado, invitando al lector a que pueda reconocer sus propios ejemplos a partir de sus consumos, de su experiencia audiovisual de hoy pero también del ayer.
El aporte, además, consiste en abrir al lector a la oportunidad de entender que los formatos en sí mismos no son ni buenos ni malos. Es como la comida: se puede hacer la sopa más saludable o más chatarra pero a pesar del modo de cocción o de los ingredientes usados se pretendió hacer una sopa, no una crema o un consomé. Así, un serie antológica puede generar todas las polémicas posibles (como La Rosa de Guadalupe) o recibir todos los reconocimientos y admiraciones (como Black Mirror) pero en cuanto a las formas estamos hablando de lo mismo. Tampoco es como que están escritas en piedra, y de eso también va este texto: vivimos en tiempos de la hipertelevisión, y más que nunca estas formas son variantes, se hibridan, se prestan características, incluso hasta nos confunden. Es por ello que, como lo afirmó el entrevistado de la exposición gastronómica, mientras mejor conocemos lo que consumimos más rico nos sabe. O no. Pero el chiste es conocer lo que consumimos para formarnos un mejor criterio y así, ser capaces de compartirlo. O no.
No necesitamos ser estudiosos de los medios de comunicación para interesarnos por algo que está a nuestro alcance desde que despertamos por la mañana, ya sea por prender la televisión o por ver las noticias desde un dispositivo. Memes, declaraciones, videos virales, críticas de películas, recetas de cocina. Estamos inmersos en una cultura de lo visual, y hoy más que nunca de lo audiovisual, y es necesario tener herramientas para comprender mejor nuestra realidad. Por eso en diciembre estará disponible el ebook Formatos Audiovisuales del Siglo XXI: televisión e internet, y desde esta liga puedes descargar GRATIS la primera parte, para que te vayas familiarizando con lo que vendrá después. ¿Estás listo? ¡Da click aquí!
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