A veces uno siente que lo que hace nadie lo ve, que nadie lo toma en cuenta y que es un esfuerzo que se va a uno hoyo negro, a la nada. Pero a veces la gente hace cosas que te regresan la confianza y te recuerdan que la pasión vale la pena, que tus esfuerzos son escuchados, aceptados, valorados. En esto no se trata de estar bien o mal, sino en aportar para que alguien más lo reciba y tenga su propia opinión, y cuando las opiniones aparecen y se manifiestan sabe uno que algo está haciendo bien.
Esta semana ha sucedido justamente eso: han llegado al espacio de Ratona de TV tanto en el iTunes como en el Youtube comentarios de nuestra comunidad que son esa manita que te da palmadas alentándote a seguir en esta causa que desde hace muchos años he abrazado y hecho mía. Pero la sorpresa de este lluvioso sábado fue mayúscula: ¡Un #SurtidoRico dedicado a mi trabajo!
Surtido Rico es un vlog en donde el periodista Álvaro Cueva habla de manera breve pero contundente sobre los muchos fenómenos, programas y situaciones que ocurren alrededor de la televisión y los medios audiovisuales, y hace algunos meses ha dedicado este espacio que tiene en Milenio Hey para reseñar canales de Youtube a los que él les encuentra valor y aportación. Lo que menos me esperé es que fuera a incluir a esta Ratona de TV entre su selección, y sigo teniendo ganas de envolverme en un rebozo.
No es la primera vez que Álvaro habla sobre mi trabajo: mi historia con él data de hace casi 18 años y desde entonces no he dejado de recibir muestras de cariño, afecto y admiración de su parte, además de contar con su valiosa amistad. Pero eso no lo obliga a hablar bien de nadie (me queda claro) y aún así lo hace... y eso para mí significa demasiado. Somos muy pocas personas las que nos dedicamos a hacer esto para lo que se necesita mucho coraje y valor, porque defender una pasión que en nuestro país es tan mal vista o mejor dicho, tan mal entendida, no es cosa fácil, así que sabemos que lejos de ser competencia somos complemento de una labor que requiere de nuestro trabajo. Pero aún así, cuando llegan estos regalos para el alma uno se queda con lagrimitas en los ojos y con la sensación de que todas esas dudas del pasado (que nunca se van del todo) valen la pena.
Así que gracias, gracias enormes no sólo a Álvaro sino a todos aquellos integrantes de esta comunidad tan linda que participan, que escuchan, que a lo mejor no dicen nada pero están ahí, leyendo y dando clicks; gracias a toda la gente que me quiere y que ha creído en mí incluso más que yo misma. Gracias infinitas, Ratonas y Ratones de TV.
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