Carta a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:

Hoy aprovecho que están repartiendo su magia por todas partes del mundo para hacer una inocente lista de deseos que espero me puedan conceder, ya que ustedes además de magos son Sabios, y sé muy bien que la ilusión con la que escribo esta cartita será amorosa y amablemente tomada en cuenta.

Tengo que contarles que me asustan un poco los tiempos que vivimos, porque tengo la impresión de que hoy, más que nunca, es relevante para los demás tener que tomar un partido a favor o en contra de ciertos acontecimientos, de ciertos fenómenos. Me asusta que a veces la gente sea tan incendiaria a la hora de hacer críticas de las cosas que les parecen negativas, sin antes tomarse la molestia de entrar en reflexión, de conocer un poco más aquello que tanto les incomoda. Y me asusta porque en mi país, particularmente, las personas están acostumbradas a opinar siempre muy mal de algo que yo siempre he querido mucho: La televisión.

Me asusta leer que muchas personas la siguen considerando el opio del pueblo, el mal de nuestros tiempos, la caja idiota. Me cae muy gordo, así, neteando, que aquellos que se sienten "intelectuales" hagan campañas en su contra, casi linchamientos, casi pidiendo que un aparato y todo lo que para ellos representa sea quemado en leña verde acusado de hechicería popular. Si, me molesta demasiado, tanto como lo opuesto, tanto como aquellos que no accionan ni un sólo filtro durante las muchas horas que pueden sentarse a consumir sus contenidos, por más terribles que estos sean. En sí, me molesta creer que si no estás a favor estás en contra, así, sin medias tintas.

Así que hoy, queridos Reyes que todo lo pueden y que cumplen con tantos deseos infantiles, les pido con toda la inocencia de mi ser que la gente entienda que para criticar un medio, antes que nada, hay que saber verlo y consumirlo. Que las herramientas estén cada vez más a la mano para que todos podamos sentarnos a gozar de las maravillas creadas por y para este milagro tecnológico que cada día se perfecciona más, con su justa razón pero también con su justa emoción. Por que es como hacerle bullyng a un niño únicamente porque sus papás nos caen gordos, porque los consideramos corruptos, o poco inteligentes, porque solemos pensar que así como son los hombres de traje detrás de él fue educado ese niño, y me parece un asunto poro inteligente juzgar sin conocer, juzgar sin saber. ¿Qué culpa tiene el niño, a final de cuentas, de lo que son sus padres? ¡Veamos televisión! ¡Consumamos televisión! ¡Celebremos la época en la que vivimos, llena de buenos y malos contenidos, pero llena al fin de al cabo de OPCIONES! ¡Celebremos que somos seres pensantes, que a diferencia de los animalitos tenemos capacidad de discernir, de conocer, de aprender! ¡Celebremos la cantidad de contenidos que se generan minuto a minuto, ya sea de ficción, de concursos, de noticias, de realitys, de documentales, de opinión! ¡Celebremos que podemos incentivarnos a conocer una increíble cantidad de cosas, a partir de lo que vemos en televisión! ¡Celebremos porque podemos viajar hacia mundos distintos, hacia épocas diferentes, hacia continentes que jamás podríamos conocer en vivo gracias a la fantasía!

Queridos Reyes, en resumidas cuentas mi deseo es simple: Pido que este 2016, que es un año particularmente importante en nuestro país en materia de televisión, la alfabetización mediática llegue a la mayoría de los rincones y de las mentes posibles. Pido que todos seamos capaces de dejarnos llevar sin culpas, ni remordimientos, sin miedo de ser criticado por decir que nos gusta tal o cuál cosa, pero que también seamos capaces de ver hasta el programa más malhecho con la conciencia de quién lo hace, de dónde viene, para entender mejor los mensajes que nos llegan. Pido que aquellos que se sienten tan intelectuales se animen a estudiar un poco más sobre el tema, porque en México no necesitamos voces que critiquen sin conocimientos, necesitamos gente que externe sus opiniones con fundamentos, que entiendan que el entretenimiento es en sí un increíble e impresionante objeto de estudio, siempre y cuando no nos lancemos a la aventura con ganas de hacer cacería de brujas. Pido que estas mismas personas reconozcan que lo masivo no apesta, no se desdeña, no debe crucificarse; que es resultado de una compleja cadena de acontecimientos externos pero que, a fin de cuentas, tiene una razón de ser.

Pido también que este 2016 los hombres de traje que hay detrás de esta industria tengan la capacidad de entender la responsabilidad que hay en sus manos: que tengan la sensibilidad para comprender que manejar un medio tan poderoso como este los obliga a entender que no se trata de si eres público o privado, se trata de ofrecer conocimiento, calidad, entretenimiento con conciencia, reflexión. Que sus órdenes lleguen a todos aquellos de tenis y jeans, quienes realmente hacen y crean la televisión, para que de sus mentes salgan contenidos tan grandiosos como memorables, o por lo menos, que dejen algo en nosotros que nos invite a acercarnos a un libro, a un lugar, a una persona.

Queridos Reyes Magos, gracias por su tiempo. Esta fue una carta inocente, pero llena de buenas intenciones. Espero que hoy, con su magia y amor, me dejen sentir que mis deseos lanzados al aire no son absurdos ni en vano. Buen viaje...



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