Después de ver el primer capítulo:
No me disgustó del todo #MásterChefMX, sobre todo si se aprecia y se disfruta como lo que es: un show. La primera edición de Big Brother en este país nos enseñó que estos experimentos sociales televisados no tienen nada de casual, y que los casting tienen un propósito más allá de detectar talentos.
Como aquel reality (que extrañamente se volverá a producir), Máster Chef es un formato que se ha adaptado en muchos, muchísimos países para la televisión abierta, aunque gracias a la magia de la tecnología nosotros hemos podido ser testigos de las versiones de Australia, España y Estados Unidos, entre otros, gracias a la televisión restringida. Y si hemos visto con atención estos programas sabremos que la fusión entre la competencia, los jueces severos y las personalidades e historias de los participantes dan como resultado shows cargados de emoción, drama, talento y finales felices. Y creo yo, esa es la mejor manera de disfrutar un producto como el que hoy comenzó.
No me pareció raro que entre los concursantes pasaran la chava fresa y pesada, el albañil o la monjita (en la televisión mexicana es imposible pensar que no habrá una Virgencita o alguna representación católica). Cada uno cumplirá un rol así como lo harán los jueces, y eso no tiene por qué molestarnos, al contrario. Sin conflicto no hay show, y sin conflicto no hay historias aspiracionales, aquí, en las telenovelas y en la vida real.
La producción no se notó tan radicalmente diferente a lo que hemos visto en otros países; y aunque se dice que todo fue grabado en Colombia, lugar donde ya se ha producido y ya se tenía montado el estudio, eso tampoco tendría por qué causar comezones ya que Televisión Azteca tiene muchos años realizando coproducciones con aquel país, y si ya existe una infraestructura que ya fue creada para el fin y aprobada por los creadores del formato, ¿por qué no usarla?
Y por último, los patrocinios. Es difícil ver Máster Chef en televisión abierta después de que en el cable los comerciales duran nada y vemos versiones que posiblemente estén editadas para su comercialización (quizá también tengan patrocinios de origen). Habrá que esperar al sábado, cuando comience por Home and Health, para saber si en su versión "restringida" aparecerán tantas marcas como sucedió hoy. El mío ha tratado de ser un punto de vista no tan acalorado ni apasionado, sino un poco más reflexivo de acuerdo a lo que el programa en sí es.
¿Ustedes lo vieron? ¿Les gustó?
(Este es un punto de vista desde mi área de estudio, es decir, la Comunicación)
No me disgustó del todo #MásterChefMX, sobre todo si se aprecia y se disfruta como lo que es: un show. La primera edición de Big Brother en este país nos enseñó que estos experimentos sociales televisados no tienen nada de casual, y que los casting tienen un propósito más allá de detectar talentos.
Como aquel reality (que extrañamente se volverá a producir), Máster Chef es un formato que se ha adaptado en muchos, muchísimos países para la televisión abierta, aunque gracias a la magia de la tecnología nosotros hemos podido ser testigos de las versiones de Australia, España y Estados Unidos, entre otros, gracias a la televisión restringida. Y si hemos visto con atención estos programas sabremos que la fusión entre la competencia, los jueces severos y las personalidades e historias de los participantes dan como resultado shows cargados de emoción, drama, talento y finales felices. Y creo yo, esa es la mejor manera de disfrutar un producto como el que hoy comenzó.
No me pareció raro que entre los concursantes pasaran la chava fresa y pesada, el albañil o la monjita (en la televisión mexicana es imposible pensar que no habrá una Virgencita o alguna representación católica). Cada uno cumplirá un rol así como lo harán los jueces, y eso no tiene por qué molestarnos, al contrario. Sin conflicto no hay show, y sin conflicto no hay historias aspiracionales, aquí, en las telenovelas y en la vida real.
La producción no se notó tan radicalmente diferente a lo que hemos visto en otros países; y aunque se dice que todo fue grabado en Colombia, lugar donde ya se ha producido y ya se tenía montado el estudio, eso tampoco tendría por qué causar comezones ya que Televisión Azteca tiene muchos años realizando coproducciones con aquel país, y si ya existe una infraestructura que ya fue creada para el fin y aprobada por los creadores del formato, ¿por qué no usarla?
Y por último, los patrocinios. Es difícil ver Máster Chef en televisión abierta después de que en el cable los comerciales duran nada y vemos versiones que posiblemente estén editadas para su comercialización (quizá también tengan patrocinios de origen). Habrá que esperar al sábado, cuando comience por Home and Health, para saber si en su versión "restringida" aparecerán tantas marcas como sucedió hoy. El mío ha tratado de ser un punto de vista no tan acalorado ni apasionado, sino un poco más reflexivo de acuerdo a lo que el programa en sí es.
¿Ustedes lo vieron? ¿Les gustó?
(Este es un punto de vista desde mi área de estudio, es decir, la Comunicación)
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