En las Tentaciones no hay Nada personal

Mirada funcionalista a las telenovelas Tentaciones y Nada personal, de Argos



El melodrama es el gran género dramático del milenio.
Es como la gripe, se extiende por el mundo mutando
hasta alcanzar macabros niveles de perfección y
sin que nadie se haya inmunizado por completo a sus efectos.
Álvaro Cueva, crítico de televisión


INTRODUCCIÓN
Si el melodrama es, como dice Álvaro Cueva, una gripe que se extiende por el mundo, la telenovela es entonces ese foco de infección que -por excelencia- la propaga. Dentro de la historia del género en México, podemos hablar del “virus” clásico que corresponde a toda la sintomatología que lo ha compuesto desde finales de los años 50, hasta algunas “mutaciones” que han logrado contagiar a segmentos de la población pocas veces expuesto a él.


En los últimos 20 años, esta mutación nos refiere a las historias contadas por la empresa Argos transmitidas a través de Televisión Azteca.  La mirada de un periodista de guerra de formación cinematográfica, que insistía en que las notas, por más fuertes que estas resultaran, merecían tener el mismo trato estético que cualquier otro género televisivo, fue compatible con la visión de un empresario que se estrenaba en la industria televisiva (Ibarra, 1999). A pesar de que uno simpatizaba con la izquierda y el otro fuera de naturaleza conservadora, Epigmenio Ibarra, cabeza de Argos, y Ricardo Salinas Pliego, presidente de TV Azteca, hicieron equipo en 1996, mismo que dejó como resultado 10 telenovelas en 12 años.


La punta de lanza, la carta de presentación de Argos (el dios griego de las mil miradas) en el panorama de las telenovelas, fue Nada Personal en 1996. Los promocionales la anunciaban como: “una historia de amor nacida en medio del peligro, una conspiración narcopolítica, y un país: el nuestro. Nada Personal, la telenovela que se atreve a hablar claro sobre el amor y la justicia. Muy pronto, cualquier parecido con la realidad será Nada Personal.” Estaba claro cuál sería el contenido de este melodrama.ç


En palabras de Álvaro Cueva, al final de esta historia “Argos quedó posicionada como la casa productora de las pretensiones sociales y luego vinieron ‘Demasiado Corazón’ y algunos programas unitarios para demostrar que el mercado de la televisión abierta andaba en busca de otra clase de productos“ (1998, p. 280).



Entrevistado por las investigadoras Karla Covarrubias y Ana Uribe, Epigmenio Ibarra afirma que la mirada de sus melodramas, de esos otros productos, se centra en la tesis del espejo, que consiste en convertir la pantalla de televisión en un espejo. Para Argos hay dos formas de colocarlo: uno que mira hacia la calle, que refleja lo que pasa afuera de las casas, y el que mira a la recámara, el que refleja la intimidad. Nada personal aplica en el primer caso, y en el segundo el periodista se refiere a historias como Mirada de mujer, telenovela de 1997, un remake de la colombiana Señora Isabel y a su siguiente historia. (Covarrubias y Uribe, 1999)

En 1998 Argos produjo su tercer telenovela en Televisión Azteca, Tentaciones. En el promocional, un hombre y una mujer están en medio de una fiesta; él se acerca a ella, dándole la mano, la saluda por su nombre (Julia) y le pregunta cómo está. De inmediato se observa su rostro, se congela la imagen, e imagina que está cerca de ella y la acaricia mientras se pregunta “¿Por qué de pronto empiezas a desear lo prohibido?”. En la realidad (que es a colores, a diferencia del blanco y negro de aquel pensamiento), ella lo mira y le pregunta si todo está bien, él dice que si, y entonces se despiden de beso en la mejilla. Se ve entonces el rostro de ella, y de nuevo el blanco y negro nos remite a su pensamiento, donde se acerca y lo besa en la boca mientras se pregunta “¿Qué haces cuando querer significa no poder?”. Se separan y él se aleja. Vuelve la imaginación y él se pregunta de nueva cuenta “¿Cómo ahogas los latidos del corazón?”. Aparece entonces el nombre de la telenovela acompañado de la leyenda “Próximamente”, mientras la voz femenina dice “Tentaciones, un pecado que no podrás resistir”. Hasta ese momento solo la última frase podía advertir al auditorio la trama de esta historia. Fue hasta su estreno que el público supo que el protagonista era un joven sacerdote (Gabriel), que se enamora de una mujer que resulta ser su media hermana. Se trataba del remake de la telenovela colombiana Sangre de Lobos de 1992.




El presente trabajo hará una lectura de estas historias, Nada Personal y Tentaciones, desde la mirada de la escuela Funcionalista de la comunicación.


MIRADA FUNCIONALISTA:
Función y Estructura


Para Harlod Lasswell el acto de comunicar plantea dar respuesta a las siguientes preguntas: ¿Quién?, ¿qué dice?, ¿en qué canal?, ¿a quién? y ¿con qué efecto?. Esto que se comunica, sometido a estas preguntas, puede después examinarse desde dos marcos de referencia: estructura y función, Reconoce tres funciones su análisis: a) Supervisión o vigilancia del entorno; b) correlación de las distintas partes de la sociedad en su respuesta al entorno y c) la transmisión de la herencia social de una generación a la siguiente.


Aplicar las preguntas de Lasswell en nuestros objetos de análisis nos lleva a respuestas iguales cuando se pregunta ¿Quién? (Argos Televisión y Televisión Azteca) y ¿En qué canal? (La señal nacional de Televisión Azteca, Nada personal en el canal 7 y Tentaciones en el 13).


En el caso de Nada Personal el ¿qué se dice? se responde con la sinopsis de la telenovela:

“La familia De los Reyes, encabezada por Camila, estudiante de leyes y heredera del bufete de su padre, los medios de comunicación y las altas esferas del poder crean a lo largo de esta historia un cautivante laberinto de amor y sangre, de búsqueda y venganza, donde no hay límites, sólo intereses que alcanzar y objetivos que cumplir, pero donde finalmente, el amor es el motor de todos sus personajes.”
 Tentaciones responderá de igual forma con su propia sinopsis:

“Gabriel se ordena como sacerdote, pero por azares del destino conoce a Julia, iniciando con ella un romance ocultándole su verdadera vocación. El conflicto se desata cuando Julia descubre que Gabriel no solamente es su supuesto primo, sino también un sacerdote (…) Ellos no son primos, son medios hermanos. Entre el amor y el odio, entre la honestidad y el engaño, ¿Qué tan válido es luchar por el más puro amor cuando también es el más grande de los pecados?”
 La pregunta de ¿A quién?, el mismo Epigmenio Ibarra la contesta: “Nosotros queremos llegar a mucha gente”. Habla de las telenovelas como productos dirigidos a clases C, D y E , pero, en su caso, llevados a la pantalla con la calidad para los públicos A y B. Esta diferenciación del público es comparada con el modelo de Thorstein Veblen, que sugiere las siguientes características:

A:  Hombre inmensamente ricos
B :  Grandes empresarios
C1: Altos ejecutivos en cargos gerenciales
C2: Profesionales
C3 Técnicos especializados
D : Operarios especializados
E : Operarios no especializados.


Para llegar al ¿Con qué efecto?, que también puede ser una misma respuesta para ambos casos, Ibarra lo explica así:

“Queremos provocar, un poco, lo mismo que provoca un buen libro o una buena película. Eso es lo que queremos: la emoción, el sentimiento, la intensidad, la repercusión que provoca una buena película. Pareciera que la televisión está condenada a la fatalidad de ser deleznable y que para ver algo bueno en el aparato de televisión, tenemos que ir al video o rentar una película.” (Ibarra, 1999, p. 123)
Ahora bien, Lasswell define sus categorías para analizar las funciones en el proceso de comunicar: vigilancia del entorno refiere a “un grupo que vigila el entorno político del estado como un todo”; en el siguiente punto existe un grupo que “correlaciona la respuesta de todo el estado al entorno” y para el último punto un grupo “trasmite ciertas pautas de respuesta de los viejos a los jóvenes” (1948, p. 52)
 

En Nada Personal un grupo de vigilancia del entorno fue el mismo que atestiguó el nacimiento de Argos como empresa productora. Según lo narra Epigmenio Ibarra, tres intelectuales contribuyeron con la consolidación del proyecto: Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Carlos Monsiváis. Ellos “respaldaron” el contenido del melodrama transmitido en el segundo año de Ernesto Zedillo como presidente de México, y el impacto de la trama solo evidenciaba que su Secretaría de Gobernación “ya no prohibía mucho de nada” (Fernández y Paxman, 2000, p. 452).

El grupo encargado de correlacionar estos contenidos con el público fue el sector de izquierda de los medios de comunicación. El mismo Carlos Monsiváis, colaborador del periódico La Jornada (cuyo fundador, el periodista Carlos Payán fue también parte importante en el surgimiento de Argos como empresa), apareció en el último capítulo de la telenovela. Así mismo, el aparato de Televisión Azteca también se encargó de que el público tuviera conexión Nada personal, que se relacionaba con las nuevas propuestas que significaron programas como Ventaneando y noticiarios como Hechos, surgidos tras la privatización de la televisión pública, canales 13 y 7, en 1993 (Cueva, 1998). De igual forma la competencia con Televisa llevó la llamada “Guerra de televisoras” al papel, donde a través de desplegados con la programación se anunció en diversos periódicos de circulación nacional: “No es nada personal, pero nuestras novelas ya son todo un drama para la competencia” (García Hernández, 1996). Junto a esta leyenda, la fotografía del protagonista José Ángel Llamas.


Las pautas de respuesta de viejos a jóvenes se dieron en cuanto al consumo de telenovelas de contenido político y social que funcionaron como extensión de los noticiarios, donde los jóvenes, sin mucho interés por las noticias de actualidad, podían engancharse en una historia que también les hablaba de drama, romance y acción.


En Tentaciones el grupo de vigilancia del entorno vino de dos sectores: el clero y un el grupo de mujeres autodenominado Ciudadanas Espontáneas. Según el espacio Masiosare del domingo 3 de mayo de 1998, escrito por Jesusa Cervantes, “aún no se transmitía el primer capítulo de Tentaciones cuando María Gutiérrez de Vértiz envió una carta a diversos medios de información: una protesta ‘enérgica’ por la telenovela que se ‘pretende lanzar al aire’”. Añade que miembros de la Arquidiócesis de México visitaron al escritor Bernardo Romero para saber de qué se trataba esta telenovela, esto también previo a su estreno.


Ya al aire, las Ciudadanas Espontáneas protestaron no sólo ante la Secretaría de Gobernación, hablaron con el entonces director de Radio, Televisión y Cinematografía de dicha secretaría, Carlos Reta, e incluso solicitaron apoyo a la fundación Pro Vida. Con el argumento de no tolerar “más inmoralidades contra nuestras familias”, y de que Tentaciones representaba una “apología las tentaciones del sacerdote en un medio masivo de comunicación y el desprestigio de la figura sacerdotal” (Cervantes, 1998), estos grupos ejercieron tal presión que a tan solo 4 meses de fue cortada “impidiendo que su escaso público se enterara de que la novia del sacerdote era también su hermana” (Fernández y Paxman, 2000, p. 490).


De nueva cuenta el grupo encargado de correlacionar los contenidos con el público fueron los mismos programas de Televisión Azteca, como Ventaneando. Por la polémica que levantó desde su lanzamiento, otros medios como Proceso le dedicaron al menos un reportaje en sus páginas.


La transmisión de la herencia social de una generación a la siguiente mandó, por lo antes visto, el mensaje de que en el México de finales de siglo XX ciertas instituciones no podían ser tocadas. La vida sacerdotal, el celibato, los sacramentos, no podían ser cuestionados. Y quedó como evidencia lo que en la mismo espacio de Masiosare destacó el análisis de la investigadora Reneé de la Torre, donde se dice que las mujeres “son las que tienen la misión de mantener en lo privado y defender públicamente la estructura familiar, como base y sustento del orden social cristiano'' (Cervantes, 1998).


Exposición al medio
En un estudio aplicado al ámbito de los procesos políticos, Lazarsfeld, Berelson y McPhee sentencian: “que la comunicación es característica de una democracia es algo en lo que están de acuerdo tanto sus partidarios como sus detractores” (1974, p. 41). En este sentido, años después el periodista Álvaro Cueva afirmó que las telenovelas, aludiendo a un sentido incluyente en su audiencia (que ya contaba a hombres, niños y ancianos), “se fueron convirtiendo en el más democrático de los productos de entretenimiento que se hacen en el continente”. (2001, p. 70)


En el texto que describe la misión de los mass media en la campaña electoral en 1948, los tres autores funcionalistas se preguntan de qué manera afectó al electorado la exposición de los dos candidatos contendientes a la presidencia a los medios de comunicación, y si este “bombardeo” mediático afectó en algo la decisión de la gente. Transportándolo al campo de la televisión y las telenovelas, una de las formas de conocer el impacto que Nada personal y Tentaciones tuvieron en el público puede medirse a través de los ratings. En el programa Historias Engarzadas de Televisión Azteca, dedicado al actor José Ángel Llamas (protagonista de ambos melodramas), Epigmenio Ibarra explica que un día después del estreno del primer capítulo de Nada personal transmitido por Canal 7, se reportaron 16 puntos de rating a las 22: horas. Sin embargo esta cifra no se mantuvo durante sus 440 capítulos.


Al respecto Álvaro Cueva asegura que en Nada personal “el fenómeno fue más publicitado que exitoso en números y el rating no tardó en venirse abajo”. (1998, p. 280). Fernández y Paxman aseguran que en verano (la telenovela fue estrenada en abril de 1996) las ratings cayeron y solo mostraron una elevación al final de ese año, con la abrupta salida de Ana Colchero, su protagonista. (2000)


El rating de Tentaciones también fue obtenido del mismo Epigmenio Ibarra en una entrevista al sitio Canal 100, donde asegura que, con 7 puntos, esta telenovela fue hasta la que más bajas cifras registró en su paso por Televisión Azteca hasta el año 2000.

Usos y gratificaciones
Si bien esta exposición de la que hablaron Lazasfeld, Berelson y McPhee tiene más de una opción para ser aplicada, fueron mencionados únicamente los ratings como medida porque, en este caso, pareció conveniente enfocar la expresión del público ante estas telenovelas en el apartado de Usos y Gratificaciones.


Este enfoque tiene como objetivo la “exploración de la conducta individual frente a los medios” (129), de tal suerte que si bien, como nos lo dejaron en claro las cifras y opiniones sobre una baja audiencia para ambos casos, el público que sí siguió estas historias tuvo una forma de hacerlas suyas, de acomodar el medio a sus necesidades, en este caso, de consumir desde el género de la telenovela otro tipo de tramas. La premisa de Ibarra con respecto a su público es que “el auditorio tiene derecho a informarse y a entretenerse. El público mexicano es adulto e inteligente con capacidad para apreciar lo que tiene calidad”. (2000)


Hay un punto dentro del texto de Kats, Blumler  y Gurevitch que ayuda a explicar la relevancia de Nada personal en su audiencia: “muchos de los objetivos del uso de los medios masivos pueden derivarse de datos aportados por los mismos integrantes individuales del público” (139). Las referencias políticas eran el eje central de la trama, así que, de alguna manera, la entendía quien conociera estas referencias, quien tuviera este “sentido prevalente de escepticismo hacia el ex presidente Carlos Salinas y el PRI” (Fernández y Paxman, 2000, p. 451).

Con la influencia e instinto periodístico, Epigmenio Ibarra, Hernán Vera y Carlos Payán insertaron en situaciones, personajes o diálogos acontecimientos que también podían leerse en las principales notas de los periódicos; referencias como la frase que dice el comandante Fernando Gómez Miranda, “El Águila Real”, cuando anuncia a los medios el asesinato de Raúl de los Reyes: “Los demonios andan sueltos”, es la misma que pronunció Mario Ruiz Massieu el 23 de noviembre de 1994 cuando declaró también a la prensa, sobre la muerte de su hermano José Francisco, También estaba la figura del “Señor X”, hombre que solo aparecía entre sombras, en una oficina desde donde fungía como “estratega” de las acciones del Águila Real y su gente. Su figura, con poco cabello y siempre con un puro en la mano, hacía alusión a José María Córdoba Montoya, ex asesor del presidente Salinas de Gortari.

Quizá como muestra del auge que tuvo este melodrama podría decirse que Demasiado Corazón, producida en 1998 justo después de Tentaciones, fue el ejemplo de la buena recepción de Nada personal en el público, ya que ésta es una secuela que cuenta la historia del comandante Alfonso Carbajal, coprotagonista en el primer melodrama de Argos.

En Tentaciones Bernardo Romero adaptó su propia historia, antes transmitida en Colombia, al contexto mexicano. Sangre de lobos fue, según la nota del 24 de noviembre de 1992 del portal colombiano El  Tiempo. com,  "una de las producciones con mayor éxito en los últimos años en la televisión nacional… [que] alcanzó uno de los rating más altos de la televisión colombiana en el espacio de las 10 de la noche”.


En los foros consultados para conocer las apreciaciones del público respecto a la adaptación mexicana, se recopilaron pocos comentarios, los cuáles hacen alusión a dos puntos: la censura que la sacó del aire y su corta duración. En los promocionales y videos que están en el portal de videos Youtube, algunos usuarios se lamentan por su cancelación, pidiendo que la repitan.

En el apartado Gratificaciones y efectos, los autores del texto Usos y Gratificaciones hablan sobre como los seriales televisivos tienen capacidad para reforzar los sistemas de valores. En tal caso, el rechazo y la presión establecida por un sector de la sociedad logró reforzar sus valores religiosos ante la no transmisión y el no consumo de Tentaciones. De hecho, en la emisión antes mencionada de Historias Engarzadas , José Ángel Llamas cuenta que fue víctima de agresiones hacia su persona durante la transmisión de esta historia, por parte de los grupos ciudadanos en contra.

CONCLUSIONES

Aunque 1996 y 1998 nos parezcan años muy lejanos, algunas cosas han cambiado desde entonces. Las producciones de Argos ya no son transmitidas en Televisión Azteca, y los melodramas que ahora producen para CadenaTres son llamados Tele Series. Sin traicionar su tesis del espejo, siguen presentando historias que reflejan la intimidad de las recámaras (Las Aparicio, El Sexo débil), con las que miran lo que se ve en las calles (El 8avo. Mandamiento). Las 3 funciones que plantea Lasswell para estudiar las estructuras han variado un poco, así como quizá los usos y gratificaciones que hace el auditorio de estas nuevas historias, historias del siglo XXI, pues ahora ven reflejadas otro tipo de temáticas como las preferencias sexuales, el machismo en el marco de situaciones como la caída de las Torres Gemelas de Nueva York en 2001.

En el mismo 1998 otra telenovela estaba al aire en Televisa, llamada El privilegio de amar (remake de la venezolana Crystal) donde un sacerdote resulta ser el padre de una chica que se dedica al modelaje. A diferencia de Tentaciones, aquí la trama planteaba que en los años de juventud este hombre, que después manifestaría su vocación sacerdotal, tuvo relaciones con una aspirante a diseñadora de modas, unión que la dejó embarazada y tras tener a la niña la abandonó en un orfanato, para reencontrarla muchos años después y sin que el sacerdote supiera de su existencia.

Como en este caso los encargados de la vigilancia del entorno eran otros, el tema no hizo gran escándalo y la producción de Carla Estrada se mantuvo en el gusto de la audiencia. Incluso en 2010 se hizo una nueva versión con el nombre El Triunfo del amor.

Sin embargo en el año 2009, un hecho de la vida real volvió a mover las mismas fibras que Tentaciones tocó en la sociedad mexicana, cuando se supo que el sacerdote católico Alberto Cutié, conocido por su labor en al radio y la televisión en Miami Beach, fue captado por fotógrafos mostrando su romance con una joven en la playa. La Iglesia entonces decidió destituirlo, luego de que grupos a favor y en contra se manifestaran ante esta situación.

El funcionalismo en el caso de Nada personal y Tentaciones, nos da la oportunidad de entender la perspectiva de quienes realizaron estos melodramas, su intención, su paso por los “filtros” sociales hasta llegar al público, así cómo la reacción de éste. Esto nos ayuda a entender cómo ambas historias fueron un detonador de telenovelas con temáticas distintas que hoy se consumen ya no por la novedad, sino por las necesidades saciadas en su oferta.
 

BIBLIOGRAFÍA

Comentarios

  1. La historia de esta telenovela se ve muy interesante,un poco diferente a lo que vemos diarios y que ya estamos hartos de ver.

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