Programas


La televisión puede ser un arma de muchos filos. Puede ser encausada para cosas positivas, puede entregarnos programas que son joyas no tan sólo por sus aspectos técnicos como de contenido, y algunos otros productos que lamentablemente causan polémica por los temas escabrosos que tocan.

Los reality show siempre serán objeto de odio-amor. En esta compleja tarea de transmitir "la realidad" que captan las cámaras, la tendencia puede llevarnos cosas tan humanas y hermosas como los casos de "Extreme makeover reconstrucción total", donde familias de Estados Unidos que han sufrido una desgracia, una pérdida o una enfermedad, son recompenzadas con el altruísmo de toda la comunidad que, junto a un equipo de la televisora ABC y cientos de patrocinadores, destruyen y construyen una casa digna donde puedan vivir pese a toda la tristeza del pasado. Una gloria. Pero también hay el lado opuesto, un reality que deja mucho que pensar en una sociedad que se toma muy enserio el asunto del prototipo de belleza, y que a su vez toma muy a la ligera el tema del matrimonio.

Con estos dos elementos de partida llega a México a través del canal E!, el programa Bridalplasty: un reality donde una docena de futuras novias compiten por el gran premio de todas las cirugías plásticas que deseé, para lucir increíble el día de su boda. Polémico, ¿no?

La televisión, y sobre todo la de paga, da foro a toda clase de contenidos, y depende de uno que lo vea o no y con qué criterio recibimos lo que estamos consumiendo. La televisión es tal plural, que hay para todos los gustos, de todos los géneros, religiones y demás. Así que seguramente las adictas a las cirugías celebrarán este programa que regala sueños al por mayor. Pero...

En Estados Unidos ya surgieron las polémicas de este reality que, en su publicidad, oferta que quien resulte ganadora será cortada. Y eso sin que el novio de la "afortunada" pueda verla hasta el momento del altar. ¿Y si no la reconoce? ¿Y si termina por no gustarle la persona que está a su lado?



Yo no soy doctora ni mucho menos, pero soy conciente, y hasta sufro, este asunto de la delgadez como estándar de la belleza actual. Es terrible porque no es únicamente verse fea frente al espejo, este tipo de pensamientos implican el no aceptarse tan como uno es, con todo y sus kilos, con todo y sus granos, con todo y sus defectos que, incluso, para alguien pueden resultar cualidades hermosísimas. Y también soy conciente que la autoaceptación es completamente vital para poder llevar una saludable vida en pareja, porque al aceptarse uno puedes aceptar también a tu pareja independientemente del amor que se pueda sentir. Si no se tiene eso, el noviazgo puede resultar un infierno... ¿y un matrimonio? ¿Cómo ser felices cuando ante cualquier defecto lo primero en pensar es en meterse cuchillo?

¿Cómo se puede tener un criterio objetivo cuando se enfrenta uno ante este tipo de programas? ¿Cómo explicarle a las adolescentes que no todo es tan simple como una cirugía para remediar la situación? ¿Cómo explicárselo a una misma, insegura y aterrada por lo que ve en el espejo?

La televisión es plural, y eso se celebra. Y a decir verdad, tampoco puedo negar que este concepto es original y dirigido a un nicho muy específico, una variedad en el concepto del género "reality show". Pero desafortunadamente no todos los contenidos que ahí se tocan son los mejores. Grueso, muy grueso.

Comentarios

  1. Hola Ra, si es "shockeante" ver estos programas y cómo pueden afectar la vida de las personas que no se aceptan, por muy poco agraciadas que sean, no hay nada de malo en ponerte unos frenos, un corte de cabell hasta usar alguna faja reductora, pero transformarse completamente? leyendo tu post recorde el caso de un programa que se llamaba the swan, un concurso de belleza a la obra de la cirugia mejro hecha, casi todas las sras eran casadas y no recuerdo bien i la que ganó terminó deseandole a su marido buena suerte, se separó porque ya no podian ser pareja ahora que era "bonita".. que tal!! con hijos y todo, me dio mucha tristeza.

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