Telenovelas

Pasaron muchos meses para que me decidiera a escribir este post. Como ya es de noche (y ya es medio día en China), no abordaré detalles innecesarios, sólo haré comentarios concretos, escuetos. Jajaaj... espero lograrlo, y quien me odie por esto está en todo su derecho de hacerlo. Venga pues el tema.

1.- Aunque sólo vi los capítulos finales, en su tiempo de transmisión por TvAzteca quedé, como medio México y todo Colombia, encantada con la historia de amor de Gaviota, la recolectora de café, en "Café con aroma de mujer".


2.- En su primera versión mexicana, "Cuando Seas Mía", me quedé tan picada que ahora veo la repetición vespertina.

3.- Por motivos tal vez de saturación, vomité la versión de Televisa "Destilando Amor".


Margarita Rosa de Francisco me pareció tan fresca y natural que no tuve mas que amarla, cosa que por supuesto no me pareció Guy Ecker tan estirado y patán. Sin embargo el ambiente, la clásica y a la vez novedosa historia, la producción, y sobre todo el fenómeno que descadenó esta telenovela para la proyección colombiana, ya que después llegaron "Betty la fea" y "Pedro el Escamoso", tramas que al igual que "Café..." combinaron de manera increíble los sentimientos, los momentos cómicos, la economía y el potencial de negocios de Colombia y una dirección de actores destacadísima.

A Silvia Navarro le creo casi todo lo que actúa, cosa que no me sucede con Sergio Bazañes. Sin embargo me pareció muy agradable la manera de plantear la historia original en el contexto mexicano, con ciertos pros y contras pero, con bastante tino. Amo a Evangelina Elizondo, la tan liosa pero increíble Cenicienta de mi niñez.

Pero con Angélica Rivera algo me sucedió. Verla en novelas como "Dulce Desafío" o "La pícara Soñadora" realmente fue grato; gozarla como pseudo villana en "Alcanzar una estrella II" también fue aceptable, y, aunque jamás vi un sólo capítulo de "La Dueña", me pareció que ése era el personaje de su carrera y su vida. Cuando supe que ella sería la Gaviotica me dio el telele, primero porque considero que ella ya no era para la edad del papel (y que conste que yo voto por los personajes para actrices maduras), pero me requetechoca que se fingan de 13 y tengan 40. Después, me pareció que efectivamente quedó instalada en la Dueña y el alzar la ceja a la menor provocación era el fantasma que en su caso recorría toda Europa (o todo el tequila); después, esos rulos me parecieron igual de falsos que toda su actuación, cosa extrañísima, sentí que le puso demasiado empeño en hacerlo tan bien que jamás se notó tan natural como Margarita Rosa de Francisco; luego, ese loco exagerado de Eduardo Yañez, al que adoré como macho enamorado en "Yo compro esa mujer", ahora me pareció igual de fingido (era perfil, Bazañes y Ecker fueron igual de vomitivos), y por último, la cantada.

¡Virgen Santa! ¡Qué manera de pegar de berridos! No sólo que Martha Roth tampoco me convenciera, no sólo que aquello era un re-casting de "Dulce Desafío" (Angélica Rivera, Yañez, Chantal, Ana Patricia Rojo)... No... Era oírla berrear como si de verdad la voz suya fuera celestial. Claro, las nuevas generaciones hablan de ella y creen que este fue su "estreno" frente a los micrófonos, pero esta chica que como bien nos recordó Cris empezó en el programa de videos TNT, y después en los comerciales de Videocentro, cantó en el grupo Muñecos de Papel, de la secuela de "Alcanzar una Estrella", un concepto muy RBD de conjunto surgido de telenovela que después ofrece conciertos y demás. Aunque la mayoría de ellos ya tenían experiencia en grupos o como solistas (Bibi, Sasha y Erick de Timbiriche, Ricky Martin de Menudo y Pedrito Fernández pues.. solito), sólo Angélica fue novateada en este materia. ¡Y si que la novatearon al decirle que cantaba bonito!



Éste es el tema Para llegar, incluído en el disco 1 de "Alcanzar una estrella II". Un bodrio igual de insufrible que escucharla en el campo con sus rulos hechizos (y si me dicen que Silvia Navarro pecó de los mismos males, chinos y voz, diré a su favor que la actuación me pareció más fresca y con más chispa... tampoco defenderé lo indefendible).


P.D. Por cierto... ¡Ya estamos hartos de refritos! ¿O no?

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