Programas

Hace algunos post revelé mi debilidad por los programas culinarios. Es extraño; realmente odio cocinar, pero los programas sobre comida simple y sencillamente me encantan, no hay más. Las imagenes, los close ups a los jitomates aún con agua, a las ollas en ebullición, a los platillos humeantes, al emplatado perfecto.


En estos días de cable y una gran variedad de canales descubro que el Casa Club, el Discovery Travel and living, Unicable, Canal Once y un largo etcétera dedican un espacio de su barra a este tema. "El rincón de los sabores", "La ruta del sabor", vaya, hasta la competencia del "Iron Chef América" es una maravilla a los sentidos. Pero antes de ellos hubo alguien, una institución en la televisión mexicana en materia de asuntos culinarios: Chepina Peralta.


"Chepina en su cocina" era una emisión diaria con una chef que, para el concepto de hoy tenemos de estos profesionales, rompía con todo el esquema. Era la típica señora de sencilla vestimenta, un delantal coquetísimo, un excelente buen humor y una manera muy fluída para explicar las recetas del día. En acartonada escenografía que con el tiempo fue cambiándose por modernos templos del alimento, siempre estaba en comunicación con su equipo de producción; durante el programa era común que pidiera le pusieran una música alegre mientras charlaba con el atento auditorio, que en mi caso, gozaba los días que me enfermaba para poder verla a las 11 de la mañana con mis trastecitos al pie del cañón, soñando con la fantasía de que algún día me gustaría cocinar como ella.


Hoy esta mujer, autora de varios recetarios, es una empresaria exitosa con su línea de alimentos refrigerados, altos en valores nutricionales para las familias que no tienen tiempo de cocinar. Así, bajita la mano, se cuentan más de 7 mil programas de esta serie al aire, en donde la señora Peralta procuraba dotar en sus platillos ingredientes benéficos para la salud y para el tratamiento de enfermedades como la diabetes.


Es común que, cuando encontramos a alguien cocinando, se nos escape de pronto un: "te pareces a Chepina..." Hayyyyy la cocina.... maravillosa, no?

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