Qué año estamos viviendo queridos Ratones. Hace algunos meses comentábamos en este espacio la inesperada salida de las pantallas de José Ramón Fernández, todo un clásico de la televisión de las décadas 70 y 80, y entre esas ausencias que poco a poco se van haciendo más grandes, hoy todo México comenta la muerte de otro de los máximos representantes de la televisión mexicana: Raúl Velasco.
Ayer que supe la noticia de la voz de Javier Alarcón me impresioné por aquello que la vida llama "casualidades" (me gusta más la palabra causalidad); el hombre muere un domingo, y no uno cualquiera, (que bien pudo haber sido) sino el domingo de su homenaje. Cosas extrañas. Por situaciones de rating, supongo, este homenaje había sido anunciado para domingo 19 de noviembre, pero de buenas a primeras lo pasaron para el domingo 26...
También, al saber de su muerte, me puse a pensar sobre todas aquellas personalidades a quienes he escuchado hablar pestes sobre este señor que tuvo sus luces y sus sombras, como José Ramón Fernández las tiene, como Emilio Azcárraga Milmo, como Jacobo Zabludovsky, como Porfirio Díaz o Carlos Salinas de Gortari... él fue como todos los personajes de poder de la historia: a muchos ayudó, a muchos afectó. Imaginé de pronto al gran Cepillín bailando sobre la tumba de su archienemigo de lentes y a Horacio Villalobos en su "difunta" Válvula de Escape haciendo un apasionado y fundamentado comentario sobre la negra historia de Raúl Velasco y la rabia que debe haberle provocado el que los integrantes de Maná dijeran, en pleno homenaje, que este señor apoyó al rock en español cuando nadie más le hacía caso, asunto por demás discutible y polémico.
Así pues, ante el despliegue de columnas, programas especiales, coberturas, notas, y todo lo que rodea la muerte de un nombre tan importante en la industria del entretenimiento, muchas son las cosas que se rescatan para comentar:
Mis queridos ratones, aunque esta Ratona es por demás emotivas ante ciertos acontecimientos, la muerte de este hombre me deja pensando muchas otras cosas que van más allá de la partida de un ser humano: La historia es la única capaz de darle su lugar a cada quién, y en este caso la historia la contaremos sólo quienes fuimos testigos de ella, pues para los jóvenes que nacieron en los noventas, éste nombre, el de Raúl Velasco, no significa mas que una figura lejana y en otros casos, desconocida. Esté donde esté, ya no habrá más, como dijo en su columna Jairo Calixto Albarrán.
Ayer que supe la noticia de la voz de Javier Alarcón me impresioné por aquello que la vida llama "casualidades" (me gusta más la palabra causalidad); el hombre muere un domingo, y no uno cualquiera, (que bien pudo haber sido) sino el domingo de su homenaje. Cosas extrañas. Por situaciones de rating, supongo, este homenaje había sido anunciado para domingo 19 de noviembre, pero de buenas a primeras lo pasaron para el domingo 26...
También, al saber de su muerte, me puse a pensar sobre todas aquellas personalidades a quienes he escuchado hablar pestes sobre este señor que tuvo sus luces y sus sombras, como José Ramón Fernández las tiene, como Emilio Azcárraga Milmo, como Jacobo Zabludovsky, como Porfirio Díaz o Carlos Salinas de Gortari... él fue como todos los personajes de poder de la historia: a muchos ayudó, a muchos afectó. Imaginé de pronto al gran Cepillín bailando sobre la tumba de su archienemigo de lentes y a Horacio Villalobos en su "difunta" Válvula de Escape haciendo un apasionado y fundamentado comentario sobre la negra historia de Raúl Velasco y la rabia que debe haberle provocado el que los integrantes de Maná dijeran, en pleno homenaje, que este señor apoyó al rock en español cuando nadie más le hacía caso, asunto por demás discutible y polémico.
Así pues, ante el despliegue de columnas, programas especiales, coberturas, notas, y todo lo que rodea la muerte de un nombre tan importante en la industria del entretenimiento, muchas son las cosas que se rescatan para comentar:
- Como lo destaca Álvaro Cueva, la tradición dominical que creó este Raúl Velasco fue tan importante para los mexicanos como el fútbol o ir a misa.
- La duración del programa Siempre en Domingo y la cantidad de personas que desfilaron por ahí son por demás impresionantes.
- Fue un notable impulsor del "star system" de Televisa, es decir, la creación de estrellas.
- Fue maestro de muchas figuras actuales de la conducción, la más destacada es Pati Chapoy (sigue puntualmente sus mismas enseñanzas siendo ama y señora de los Espectáculos en TVAzteca)
- Sus contribuciones en la difusión de la cultura mexicana en una gran variedad de programas y especiales.
- Sus giras por todo el mundo.
- Programas como Video Éxitos, Estrellas de los 80 y Valores Juveniles, que para quienes sólo teníamos tele con antena y sólo nos llegaba el canal 2 era la única ventana para estar "al tanto" de las nuevas ondas musicales.
- Programas como Señorita México, Nuestra Belleza, y por supuesto, el festival OTI.
- Su interés por preservar la línea que Emilio Azcárraga Milmo trazó para su empresa: unión familiar a través de contenidos impuestos, prefabricados, escenarios lucidores y técnicas televisivas que nunca evolucionaron.
- El formato de un programa de variedades siempre imitado, jamás igualado, y que, por motivos de las nuevas tendencias, hoy en día resultaría casi insoportable.
- Su moda, desde los lentes del armazón más moderno, los sacos de todas las geometrías posibles, y su sello característico: Aún hay más.
- El olvido al que lo refundió Emilio Azcárraga Jean, cuando decidió que no formaba parte de la línea que él y su equipo tenían trazados para la nueva Televisa.
Mis queridos ratones, aunque esta Ratona es por demás emotivas ante ciertos acontecimientos, la muerte de este hombre me deja pensando muchas otras cosas que van más allá de la partida de un ser humano: La historia es la única capaz de darle su lugar a cada quién, y en este caso la historia la contaremos sólo quienes fuimos testigos de ella, pues para los jóvenes que nacieron en los noventas, éste nombre, el de Raúl Velasco, no significa mas que una figura lejana y en otros casos, desconocida. Esté donde esté, ya no habrá más, como dijo en su columna Jairo Calixto Albarrán.
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