El nombre de Melissa Joan Hart posiblemente no le diga mucho a algunos Ratones y Ratonas, sin embargo si menciono a "Sabrina, la bruja adolescente" o a "Clarissa lo explica todo" inmediatamente llegará a muchas mentes la imagen de una rubia dulce y carismática que durante los años noventas creció a la par de toda una generación, frente a las pantallas de la tv.
Conocida como Clarissa Darling, la serie donde "lo explicaba todo" era un paseo por la vida cotidiana de una pre-adolescente con un amigo que entraba a su cuarto por la ventana (cual Dawson´s Creek pero a la inversa y sin tanta miel) y un hermano menor poco menos que insufrible (y nombre mucho peor... ¿quién en el mundo se llama Ferguson?), así como unos padres, digamos, un tanto extravagantes.
Muchos colores, experimentos, lecciones y valores y mucho buen humor eran la fórmula de cada capítulo que en nuestro país (igual que muchas otras series) llegó con unos cuantos años de resago. Incluso me parece que cuando Melissa fue Clarissa para nosotros, ya era Sabrina en Estados Unidos, en una serie que aprovechó el carisma de la chica con la historia de una bruja adolescente que bajo la tutela de dos tías brujas y un gato hablantín (Salem el glotón), se metía en muchas y muchas jocosas aventuras mientras aprendía el uso y poder de la magia que poseía por herencia, en una historia adaptada del cómic hermano a Archie y toda la flota de Riverdale... ¡con lo fan que soy de las brujas y todo lo que en torno a ellas surja! (excepto Charmed por el rencor absoluto que le sigo profesando a Shannen Doherty, ex Brenda Walsh... pero esa es otra historia)
Conocida como Clarissa Darling, la serie donde "lo explicaba todo" era un paseo por la vida cotidiana de una pre-adolescente con un amigo que entraba a su cuarto por la ventana (cual Dawson´s Creek pero a la inversa y sin tanta miel) y un hermano menor poco menos que insufrible (y nombre mucho peor... ¿quién en el mundo se llama Ferguson?), así como unos padres, digamos, un tanto extravagantes.
Muchos colores, experimentos, lecciones y valores y mucho buen humor eran la fórmula de cada capítulo que en nuestro país (igual que muchas otras series) llegó con unos cuantos años de resago. Incluso me parece que cuando Melissa fue Clarissa para nosotros, ya era Sabrina en Estados Unidos, en una serie que aprovechó el carisma de la chica con la historia de una bruja adolescente que bajo la tutela de dos tías brujas y un gato hablantín (Salem el glotón), se metía en muchas y muchas jocosas aventuras mientras aprendía el uso y poder de la magia que poseía por herencia, en una historia adaptada del cómic hermano a Archie y toda la flota de Riverdale... ¡con lo fan que soy de las brujas y todo lo que en torno a ellas surja! (excepto Charmed por el rencor absoluto que le sigo profesando a Shannen Doherty, ex Brenda Walsh... pero esa es otra historia)
Comentarios
Publicar un comentario