Este es un homenaje sumamente personal, sumamente emotivo, sumamente íntimo.
Si la tuviera enfrente, enmudecería ante todo lo que podría decirle a Sofía Álvarez, actríz, esposa del actor Héctor Bonilla, descendiente de una familia de actrices (su abuela, Sofía Álvarez, pertenece a la época de oro del cine mexicano), que en los años ochenta, en el inolvidable canal 13 luego IMEVISIÓN, llegó a la pantalla con un set austero, un baúl repleto de vestidos y disfraces, una mecedora y una imaginación infinita para contarnos a modo de cuentos, hechos de la vida real.
La biografía de Sor Juana Inés de la Cruz es una de las que más recuerdo. Ella solita apoyada de accesorios, muñecos de trapo, ropa y alguno que otro colado (casi siempre agarraba a su jefe de piso para algun diálogo) nos platicaba muy a su estilo la vida de esta mujer y su importancia en nuestra historia.
Si tuviera a Sofía Álvarez enfrente, enmudecería dejando -tontamente- para mi las palabras que describieran la maravilla que con los años resultó la influencia de este programa en mi vida, lo importante que me resultó su técnica, su ingenio, su pasión...
Si tuviera a Sofía Álvarez enfrente, solo le diría ¡Gracias! ¡Muchas gracias por haber puesto Sofiando a merced de todos los niños ochenteros!
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