Programas

Se supone que cuando uno se siente orgulloso del lugar donde vive, es casi un deber dar a conocer las maravillas que le dan nombre y reconocimiento en el exterior a nuestro terruño. Esta Ratona es hija adoptiva del estado de Veracruz. Hay millones de razones por las cuáles invitaría al amable lector a recorrerlo desde Pánuco hasta Coatzacoalcos. Es una pena que lugar tan bello no tenga nada en materia de televisión que sea digno de presumir.

Cuando llegué a vivir aquí "Bazar del Hogar" era sólo una leyenda urbana, era como el Mago de Oz, sabía que existía pero jamás lo había visto. Hasta que un día sucedió.

Como las palabras para describir esta emisión se me escapan de la mente, reproduzco el texto juicioso y elocuente que encontré en el blog "
De Tocho" de JC Cortés, quien según su perfil es del DF pero juro con el alma que vivió en Veracruz, porque sólo alguien que estuvo aquí sabe el extraño fenómeno que desata este programa que en mis días de estudiante era usado como método de tortura deseado a nuestro peor enemigo "Ojalá lo amarren y lo pongan a ver diez horas de este programa".

"Para quienes hemos visto el programa Bazar del Hogar en forma casual, por morbo, esporádicamente o porque nos gusta sentir ese escalofrío que da la pena ajena, podemos pensar que esta emisión forma parte de esos malos programas, y que quizás, por su manufactura, es el peor del todos, pero que la ofensa que a veces causa, evidentemente no fue ni organizada ni premeditada.
Como buen televidente, es bueno guardar algunas referencias de esta emisión transmitida por Televisa Veracruz (Telever) desde hace 15 años y producida, dirigida y conducida por Joe de Lara, un peculiar personaje que lo mismo es la máxima figura altruista, que reclutador de ancianas o bailador en fiestas del pueblo más perdido del estado. Una figura desaliñada, desatenta con los visitantes y distraido hacia la cámara.
Con la peor escenografía posible, la más barata sin duda, sin la organización de un jefe de piso que lleve un orden, Bazar del Hogar se transmite entre las más curiosas escenas donde una equivocación es siempre justificada con el argumento de la transmisión en vivo. Detrás de todos los actores, hay un tendedero con playeras, un lavadero, un patio de dimensiones limitadísimas donde los músicos se pelean espacio y una grada de madera sin división donde los asistentes pueden de un brinco tomar el micrófono o pasar corriendo frente a los anfitriones.
Joe de Lara ha compartido el estrellato y ha tenido a su lado a co-conductores como Sumiko Mizuko, una señora obesa, morena y caderona que a veces cantaba y que desapareció de la emisión, fue sustituída por una chica llamada Támver o Tánver que hacía las veces de reportera turística y que a la vez fue desplazada por Leslie, otra joven, que procedía del grupo de bailarines que hacía comparsa en el regreso de cada comercial (grupo que fue bautizado como las "Talibuenas". Alrededor de todo, hay un eje, un grupo de ancianas que celebran todo, aplauden todo, y que lo mismo bailan que cuentan sus vivencias y opiniones a medio programa (se hacen llamar "las muchachas de la UVA", unión de viejas argüenderas).
En el sentido que los críticos de la televisión califican a un programa como "malo", Bazar del Hogar queda fuera, porque finalmente es un espacio donde lo mismo se pide sangre, se consigue una silla de rueda, se llama ayudar ancianos que se busca a los familiares perdidos (aunque al final el solicitante termine bailando una cumbia).
Es "naco" dirán unos, es gacho dirán otros, otros asegurarán que no lo verían por nada del mundo, el caso es que, De Lara se da el lujo de calificar como bueno su trabajo y rematar con frases como esta: "porque yo hago las cosas bien hechas, yo no hago porquerías”.

Esta "joya" de la televisión jarocha se transmite por el sistema SKY, directamente desde estas tierras para el mundo. Me quedo, como dirían los gringos, totalmente speechless.

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